Características de las bodas gitanas
La comunidad gitana siempre se destacó por las grandes fiestas de bodas que celebran en honor a la unión en una boda gitana de alguna pareja joven. Por lo general, la tradición marca que los novios deben casarse por el rito evangélico o católico por la mañana y la pureza de ambos es algo esencial en este tipo de ceremonias ya que los gitanos la valoran muchísimo, aunque en muchas ocasiones el novio tiene la opción de ser virgen o no.
Aunque para muchos el tema de la virginidad no sea trascendental para algunas culturas, para los gitanos es un factor preponderante a la hora de contraer matrimonio. Si la niña no es virgen, esta no puede casarse; a no ser que encuentre un hombre que no esté casado y quiera juntarse con ella; una figura muy importante en las bodas gitanas es la “ajuntaora”, ella es quien comprueba, el día del casamiento, si la desposada es virgen, realizando lo que se conoce como la puebla del pañuelo.
La misma consiste en encerrar a la novia en una habitación y realizar la prueba; si el pañuelo se mancha con tres rosas es virgen, y por ende la boda gitana puede llevarse a cabo. Una vez que ambos hayan contraído matrimonio, la ley gitana dice que el hombre debe ser totalmente fiel a su mujer, por ello también la novio debió haber sido pura. Los gitanos son originarios del noreste de la India y al mismo tiempo descendiente de egipcios. Fue en el siglo XI que comenzaron a peregrinar por el mundo, para el años 1950 ya habían empezado a establecerse; aunque su cultura se ha ido modificando con el correr de los años, asemejándose a la cultura occidental, todavía conservan sus tradiciones mas relevantes, entre ellas la boda gitana.

dres y, necesariamente, debían realizarse entre gitanos; actualmente esta “norma”, ha cambiado considerablemente ya que cada cual tiene derecho a elegir con quien va a formar pareja. Otro de los aspectos que también se han cambiado desde la boda gitana se vincula con el bautismo; muchos miembros de esta comunidad deciden bautizar a sus hijos más allá de su cultura que no se relaciona con el catolicismo. Una de las primeras bodas gitanas civiles del siglo XXI tuvo lugar en España y fue celebrada en el jardín público de La Purísima; a la novia se la vio con un vestidote siete metros de cola y recorrió una alfombra de casi cuarenta metros de largo la cual estaba llena de pétalos de flores.
Tras la boda gitana civil los recién casados fueron subidos a los hombros por familiares y amigos, allí se escucharon, cantos, jaleo y palmas; el resto de la ceremonia estuvo presidida por una interminable lluvia de monedas y peladillas. Esta ceremonia sentó precedente para las posteriores bodas gitanas que actualmente se llevan a cabo; de acuerdo al alcalde encargado de unirlos en matrimonio, el mismo asegura que fue una experiencia para recordar. Es así como otra de las comunidades más pequeñas goza de un derecho en común. Las bodas gitanas merecen ser tratadas de la misma manera que una boda católica o civil; por ello se estima que en muy poco tiempo ya serán un común entre la sociedad.
Fiestas y ritos de las bodas gitanas
La fiesta es una parte singular de la boda gitana tanto para el novio como para la novia, los que ya han asistido a una de ella seguramente habrán podido ver al hombre danzando con la novia en brazos; durante el banquete, los invitados van pasando uno por uno y deben dejar uno o más billetes a los novios. Una vez hecho esto, las mujeres ofrecen claveles a quienes han depositado generosamente el dinero; cuando el banquete ha finalizado, comienza el ritual propio de la boda guiíta en sí, lo que se conoce con el nombre de Yeli, ya mencionado previamente: la comprobación de la virginidad de la novia.
La boda gitana tiene unos ritos y ritmos que se confunden con lo folklórico y lo esotérico; entre los platos principales para la dicha celebración tenemos muchas chachizas de casuela y demás alimentos tradicionales de la cultura. Los gitanos tienen su propia manera de convocar lo sobrenatural; muy similar a la nuestra cuando se trata de irracionalismo poético. La fiesta de la boda gitana, más allá de sus tradiciones, ha dado prueba de querer fundirse y confundirse con la que nosotros damos; es por ello que no debemos extrañarnos si asistimos a una de ellas y podemos escuchar música contemporánea o rituales de matrimonio similares.